El implante coclear nos ha permitido estar en dos mundos (el del silencio y de los oyentes) disfrutando cada momento al doble ¡!! Escucharlo hablar, cantar, gritar… y hasta sus rabietas!! Con un IC todo el tiempo es de celebración, de agradecer la tecnología que permite recuperar un sentido! Todo lo que dice mi hijo es lo más importante, incluso cuando calla y dice “es que estoy pensando” ! Su silencio es OPCIONAL. Él no está limitado, puede ser y hacer todo lo que quiera y se proponga, me dice que quiere ser entrenador de perros y lo que más me emociona no es lo que ha decidido ser de grande, sino el que pueda decirme “mamá, yo quiero ser entrenador de perros”. Muchas mamás de niños oyentes fantasean con lo que quieren ser sus hijos de grande, yo fantaseo y disfruto el simple hecho de que lo dice con gran anhelo”
- Sandy Veras, madre de Gustavo Veras, usuário Naída CI